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Ailanthus altissima

Árbol del cielo, ailanto

Árbol del cielo, ailanto, zumaque falso (cast.); ailant (cat.); ailantoa (eusk.); ailanto, árbore do ceo (gall.); ailanto, ailanto-da-China (port.); tree of heaven, ailanthus (ing.).

No autóctona

¿SABÍAS QUE…? Aunque en la descripción botánica de la especie se dice: «Árbol del Cielo, como si quisieran decir que, por su altura, parece lanzarse contra el cielo», en realidad se llama así por su rápido crecimiento

DESCRIPCIÓN

Árbol que alcanza los 30 m de altura, de corteza lisa y grisácea, cuyo tronco puede recordar a la pata de un elefante. Las hojas son muy grandes, a veces de casi 1 m o más de longitud, caducas, alternas y compuestas por un número impar de hojuelas (imparipinnadas) que le dan un aspecto plumoso. El margen de las hojuelas es irregular, a menudo con lóbulos en la base. Las hojuelas, además, tienen la característica de que huelen mal al ser machacadas, por lo que a veces se denomina a este árbol ‘malhuele’. Las flores masculinas y femeninas por lo general salen en distintos pies de planta, con lo cual hay árboles macho y árboles hembra. Son verdosas, con 5 pétalos pelosos, de olor también bastante desagradable y dispuestas en complejos racimos colgantes de 10-20 cm de longitud. Los frutos son secos y tienen una semilla del tamaño de una lenteja rodeada de un ala membranosa alargada que le sirve para dispersarse por medio del viento (sámaras). Cuando maduran se retuercen un poco.

ECOLOGÍA

Necesita mucha luz pero, por lo demás, es una planta poco exigente que medra en todo tipo de suelos —incluso en los secos y pedregosos o arenosos— y resiste bien condiciones ambientales adversas, como las temperaturas extremas, la sequía estival y la polución. Se asilvestra con facilidad y es muy competitiva con otras plantas debido a la facilidad con que germina, enraíza y rebrota, su rápido crecimiento, la alta producción de semillas —hasta 350.000 por año en los ejemplares adultos— y la posibilidad de multiplicarse mediante brotes radicales. Por lo general, se establece en áreas habitadas o alteradas de las medianías (zonas que se sitúan entre 600 y 1500 m de altitud), como cultivos abandonados, taludes y cunetas, aunque también invade áreas de vegetación natural a través de las carreteras y los caminos, a menudo ayudada por el viento.

DISTRIBUCIÓN

Árbol originario del sudeste de Asia que se ha naturalizado en muchas regiones del mundo. Durante el siglo XX fue introducido en Canarias como ornamental. Actualmente se considera asilvestrado en Gran Canaria y Tenerife, donde se ha establecido en un espacio natural protegido, el Parque Rural de Teno. Por otro lado, según Flora y fauna terrestre invasora en la Macaronesia. TOP 100 en Azores, Madeira y Canarias, podría haberse naturalizado también en Fuerteventura y, de acuerdo con la botánica María Leticia Rodríguez Navarro (noviembre de 2014),se han detectado varios ejemplares asilvestrados en el municipio de Breña Alta en La Palma. Está incluido en el Atlas de las plantas alóctonas invasoras en España.

MÁS INFORMACIÓN

Las hojas grandes y los racimos de frutos rojizos hacen de este árbol un hermoso ornamento. Con este fin fue traído a Europa en 1751, donde ha sido muy cultivado por su rápido crecimiento, para sujetar taludes y crear sombra.

A mediados del siglo XIX, el mismo descubridor de las cuevas de Altamira, Marcelino Sáez de Sautuola, escribió una carta a la Sociedad de Aclimatación de Francia en la que comentaba una exitosa plantación de ailantos. Su llegada a las Islas Canarias fue más tardía, ya entrado el siglo XX.

En China se cultiva por sus hojas, que son utilizadas para criar un tipo gusano de seda (Samia cynthia) diferente del gusano de seda común (Bombyx mori).

Flora iberica dice: «En medicina popular oriental se ha utilizado sobre todo la corteza de la raíz y del tallo. Se le atribuyen propiedades diuréticas, antiespasmódicas, astringentes, eméticas, febrífugas, rubefacientes y vermífugas, para tratar, entre otras, la malaria, la disentería, las alteraciones del ritmo cardíaco, el asma, la epilepsia, el cáncer, la gonorrea, los dolores estomacales, etc. También se usa como herbicida e insecticida. Ciertamente, tienen una serie de cuasinoides, entre ellos la ailanthinona —con actividad probada como amebicida, antileucémica, antimalárica, antiplasmodial, antimicótica, antiséptica, fungicida— y la cuasina, con propiedades como las de tónico aperitivo, emético y, sobre todo, insecticida natural. Por su carácter inocuo se ha favorecido su uso en muchos países europeos, donde se comercializa. La ingestión de estas plantas puede causar intoxicaciones de importancia menor, como vómitos y diarreas; por contacto, puede ocasionar dermatitis».

Por otro lado, su madera, que es muy ligera y se tornea bien, no es de buena calidad pero sí adecuada para elaborar pasta de papel.

Las hojas se han utilizado como colorante amarillo para teñir las lanas. En otoño, las hojuelas caen antes que los rabillos, y estos, que llegan a medir hasta 75 cm, son a veces usados por los niños como un látigo de juguete.

Las hojas y las flores, sobre todo las de los ejemplares masculinos, despiden un olor fétido. Por eso, la visita de las abejas a las flores de esta especie provoca un sabor muy desagradable a la miel que producen.

Además, las hojas y la corteza poseen sustancias con ‛efectos alelopáticos’; es decir, dificultan la germinación de otras especies. Esto provoca un desplazamiento de la vegetación natural preexistente o dificulta su regeneración.

Ailanthus deriva de la voz malaya aylanto, con la que se designa a este árbol en las islas Molucas, y significa ‘árbol muy alto’ o ‘árbol de cielo’, que es uno de sus nombres comunes. El epíteto específico altissima significa ‘muy alto’.