Jacaranda, jacarandá, palisandro, tarco (cast.); xicranda (cat.); jacaranda, blue jacaranda, black poui, fern tree (ing.).
«Al este y al oeste / llueve y lloverá / una flor y otra flor celeste / del jacarandá”
‘La canción del jacarandá’, María Elena WalshLa jacaranda domina con su llamativa floración azul violácea las plazas, parques y jardines del archipiélago canario. Su presencia es tan común, que el biólogo Wolfredo Wildpret relata: «Dentro de la flora urbana de Santa Cruz, la jacaranda mimosifolia y su color violeta son los que marcan el principio de la primavera». Y añade: «Hay lugares en Santa Cruz que son característicos por su presencia, pero el mejor bulevar que existe de esta especie está en la calle Méndez Núñez».
Este árbol es también habitual en el paisaje urbano de distintos lugares del mundo. Tanto es así, que la ciudad de Pretoria (Sudáfrica) es conocida popularmente con el nombre de ‘Jacaranda city’ (ciudad de las jacarandas).
Los frutos, conocidos en el Paraguay como ‘caroa’ o ‘kaí jepopete’ por su forma de castañuela, son utilizados en floristería y en artesanía, para confeccionar llaveros, monederos, pendientes o collares.
Su madera, de tono crema y rosado, es algo dura, pesada y resistente, aromática, fácil de trabajar y de buen acabado; por lo que se usa en ebanistería y carpintería, especialmente para realizar laminados, muebles y decoraciones de interiores de coches de lujo.
En cuanto a sus propiedades medicinales, las semillas pulverizadas se han utilizado para curar llagas. Las hojas son astringentes y diuréticas.
Las jacarandas se mencionan con mucha frecuencia en textos literarios. Así, el escritor mexicano Alberto Ruy-Sánchez relata: «La flor de la Jacaranda es una copa sonriente, algo torcida, como un beso que se vuelve mordida». Por su parte, la cantante, actriz y compositora mexicana Sasha Sokol evoca el poder que tienen las jacarandas de ser alfombra y nube a la vez.
Jacaranda es una versión latina moderna del nombre indígena tupí-guaraní, jacarandá; el epíteto mimosifolia se deriva de la semejanza de sus hojas con las de algunas mimosas de los géneros Mimosa (como la común dormilona) o Acacia.