Listado de especies

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Acer campestre

Arce común

Arce común, moscón, arce menor (cast.); auró blanc (cat.); azcarro, astigar arrunt (eusk.); alguergue (gall.); bordo-comúm (port.); field maple, hedge maple, common maple (ing.).

No autóctona

¿SABÍAS QUE…? Por su abundancia en Europa es la hoja de arce más representada en los capiteles góticos y románicos.

DESCRIPCIÓN

Árbol caducifolio que puede alcanzar los 20 m de altura, de tronco recto y ramas densas y extendidas que forman una copa tupida. La corteza es gris parda, casi negra, y se torna escamosa y fisurada con los años. Las hojas son simples, de 3-8 cm de longitud y palmeadas (generalmente con 5 lóbulos profundos y desiguales, aunque hay casos en los que pueden faltar los lóbulos basales). Estas hojas son lampiñas por ambas caras, opuestas, segregan látex al ser cortadas y tienen un rabillo largo (de unos 5 cm), verde o rojizo. En otoño suelen cambiar de color verde a amarillo dorado primero y rojizo después. Las flores son poco vistosas, por ser verdosas, y nacen en grupos colgantes después que las hojas, generalmente en la primavera. Los frutos salen de dos en dos, se denominan sámaras y están provistos de un ala membranosa de color rojizo que facilita su dispersión por el viento. La semilla madura en otoño, es aplanada y las alas forman un ángulo cercano a los 180º.

ECOLOGÍA

Es indiferente en cuanto al sustrato aunque crece sobre todo en suelos calizos y frescos. El arce se desarrolla mejor en zonas templadas, pero es capaz de soportar el frío y, en cambio, no aguanta las sequías fuertes. Los ejemplares que crecen asilvestrados en el archipiélago, concretamente a unos 950 m de altitud en el Monte de las Mercedes (Anaga), suelen aparecer de forma aislada en medio del monteverde o del pinar de sustitución (aquel que ocupa áreas propias de otra formación vegetal, la cual ha desaparecido en gran medida por acción del ser humano); nunca forma grandes masas como en su hábitat natural.

DISTRIBUCIÓN

Comprende toda Europa, Asia (Cáucaso, Siberia, Mongolia, Turquestán y Asia Menor) y el norte de África. En el territorio canario aparece cultivada eventualmente como ornamental en varias islas, pero solo se considera asilvestrada en Tenerife.

MÁS INFORMACIÓN

La madera de los arces es ligera y en general buena para pequeños trabajos de ebanistería o marquetería, especialmente por su coloración. Es de un tono amarillento o rojizo, a veces veteada de pardo en los individuos añosos, y con ella se elaboran pequeños objetos como mangos de herramientas, cubiertos, pipas de fumar, aperos o algunos instrumentos musicales de viento. Además, la leña es muy buen combustible.

Debido a su escasez en Canarias, el arce común ha tenido poca incidencia en los usos y costumbres locales. Probablemente las hojas, brotes y ramas tiernas de este árbol fueron utilizados como forraje complementario para el ganado.

Esta especie es poco frecuente en la jardinería canaria. Sin embargo, en otras zonas el arce común ha sido muy plantado en parques y jardines como seto —pues aguanta bien las podas—, o bien como árbol de sombra debido su denso follaje. Además, la vistosa coloración otoñal de sus hojas —se vuelven de un atractivo amarillo dorado antes de caer— le otorga un gran valor ornamental.

Como la mayoría de los arces, su savia es rica en azúcares, aunque en este caso no se aprovecha comercialmente porque no es de tan buena calidad como la del arce de azúcar (Acer saccharum) y el arce negro (Acer nigrum), que es la principal fuente del sirope de arce, tan popular en Canadá y el norte de EEUU.

Precisamente en Canadá, la hoja de arce es un emblema nacional e incluso está representada en su bandera como símbolo de la naturaleza, la tierra y el pueblo canadiense.

Acer era el nombre romano de los arces; campestre quiere decir ‘de los campos’, por ser una planta muy común en Europa.