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Erica platycodon

Tejo canario

Tejo canario, flejo (cast.)

Autóctona

¿SABÍAS QUE…? Antiguamente la madera del tejo canario era muy apreciada para tallar cucharillas, empuñaduras de cuchillo y otros utensilios de palo.

DESCRIPCIÓN

El tejo canario es generalmente un arbusto elevado y muy ramoso, pero en áreas cerradas puede superar los 10 m de altura. Las ramillas jóvenes son rojizas y lisas. Su corteza es parda y fibrosa y, al madurar, se desprende en tiras finas y alargadas. Las hojas son persistentes, simples, finas y muy estrechas (lineales), en forma de acícula corta. Presentan el margen ligeramente enrollado hacia el envés y se disponen en las ramillas en grupos de 3 o 4 como las aspas de un ventilador. Se puede confundir con el brezo (Erica arborea), aunque una observación atenta permite apreciar que sus hojas son más duras, algo mayores —miden 1,5-2 cm de longitud y 2-2,5 mm de anchura—, menos caedizas, no tan enrolladas, y que están más separadas unas de otras y en disposición más horizontal. Estas características dan un aspecto de mayor robustez a sus ramas. A finales del invierno, el tejo canario se llena de diminutas flores en forma de embudo y de color rosado rojizo intenso (mientras que las florecillas del brezo son de color blanco) que se reúnen en estrechos racimos. Los frutos, que son cápsulas ovoides hasta de 5 mm, se abren generalmente en los días secos de verano. En su interior encierran gran cantidad de minúsculas semillas (0,4-0,6 mm) que son dispersadas por el viento.

ECOLOGÍA

El tejo forma junto al brezo (Erica arborea) una comunidad única conocida como fayal-brezal. Es frecuente en las zonas más escarpadas y expuestas a los vientos húmedos, prefiere suelos ácidos y habita entre los 800 y 1100 m de altitud.

DISTRIBUCIÓN

Erica platycodon es una especie macaronésica. La subesp. platycodon se considera un endemismo canario que está presente en El Hierro, La Gomera y Tenerife, donde a veces convive con su pariente, el brezo (Erica arborea).

MÁS INFORMACIÓN

El tejo canario fue considerado como una subespecie de E. scoparia (subsp. platycodon). En Canarias es conocido popularmente como tejo; nombre común que comparte con el tejo del continente (Taxus baccata), aunque no tienen ningún parentesco.

Al igual que la del brezo, su madera es bastante recia y consistente pero más amarillenta. Antiguamente era muy apreciada para tallar cucharillas, empuñaduras de cuchillo —fueron muy afamados los de La Laguna y La Florida (Tenerife)— y otros utensilios de palo. Además, el tejo proporcionaba leña y carbón excelentes y muy demandados para el hogar y la fragua; por ello, en las comarcas donde abunda, sus cepas eran preferidas a las del brezo como combustible. Para la limpieza de las eras donde se trillaban los cereales, los agricultores isleños se valían de escobas hechas con ramas de tejo. Estas eran también excelentes como forraje y como cama de ganado. Las varas se destinaron ocasionalmente para tutorar las tomateras y para alzar las cepas de viña.

A diferencia del brezo, no hay referencias sobre la aplicación del tejo en medicina popular. No obstante, sus hojas podrían haberse utilizado en emplastos para curar las picaduras de insectos y en infusiones contra las infecciones urinarias.

Las flores del tejo suministran abundante néctar a las abejas, que lo transforman en una miel muy líquida, con sabor intenso y de color marrón con tonos ligeramente rojizos.

En zonas donde proliferan los tejos, la paloma turqué (Columba bollii) y la rabiche (Columba junoniaei) —dos aves endémicas de Canarias— construyen sus nidos con palitos y chasca de estos árboles.

Erica deriva del griego erikein-ereiké, que significa romper, ya que una vez secas, sus ramas se tronchan y sus hojas se desprenden fácilmente. Su nombre latino aludía a todas las especies de brezo conocidas, incluso a la brecina (Calluna vulgaris). El epíteto específico platycodon procede de la combinación de platys, que significa ancho, y kodon, que significa campana, en referencia a la forma de las flores.