Moral, morera negra (cast.); morera negra, morer, morer de mores (cat.); marguza, martusera, martuts, marugatze beltza (eusk.); moreira negra, amoreira negra (gall.); amoreira-preta, amoras-da-horta (port.); black mulberry (ing.).
«La mancha de la mora con otra verde se quita».
Refrán popularCuando las hojas de la morera (Morus alba) escaseaban para la industria de la seda en Canarias —de gran relevancia en la economía insular durante el siglo XVIII—, se utilizaban las del moral para alimentar a los gusanos de seda (Bombyx mori). Sin embargo, las propiedades alimenticias de estas hojas son inferiores a las de la morera y, en consecuencia, daban una seda más delgada y de peor calidad. En este sentido, el novelista estadounidense Noah Gordon escribe en El último judío: «El hombre del turbante estaba explicando que la diferencia entre las sedas dependía del tipo de hojas que hubieran comido los gusanos…».
Las hojas también se aprovechaban como forraje para el ganado, con la particularidad de que debían recolectarse manualmente, una por una, para no dañar las ramas y perjudicar la fructificación del año siguiente.
Las moras negras, que son ricas en vitamina C y muy sabrosas, se comen frescas, en compotas y mermeladas. Tienen propiedades tintóreas y son utilizadas para teñir, sobre todo lanas, de un color morado intenso o gris oscuro. Cuando se recolectan, las moras tiñen de rojo todo lo que tocan, de tal forma que luego es difícil quitar la mancha. Sin embargo, como bien dice el refrán: «La mancha de la mora con otra verde se quita»; lo cual se puede interpretar como que solo se precisa frotar con otra mora para que desaparezca la mancha, pero también que el ‘mal de amores’ se olvida con un nuevo amor. En este sentido, es muy aclaratoria la siguiente copla popular:
«Me han dicho que no me quieres,
no me da pena maldita,
que la mancha de la mora
con otra verde se quita»
El vino de mora era especialmente apreciado por la población campesina de Canarias. Según el saber popular, esta bebida tiene propiedades curativas y está principalmente indicada para golpes internos o achaques digestivos.
La madera es oscura, muy dura y resistente a los cambios de humedad. Se utiliza en carretería, tonelería, ebanistería y para fabricar herramientas. También es muy apreciada para la fabricación de instrumentos musicales. En El Hierro y La Gomera es la madera predilecta para confeccionar ‘las chácaras’, uno de los instrumentos de percusión más populares del folklore canario, similar a las castañuelas de la península, aunque varía en tamaño y forma.
El moral también es una planta textil, productora de fibras. Con la corteza se hacían cuerdas de gran resistencia a la tracción.
El nombre del género, Morus, deriva del griego moréa, que a su vez viene del céltico mor, que quiere decir negro, en alusión al color del fruto de algunas variedades. Antiguamente, Morus designaba tanto el fruto de la morera negra como el de la zarzamora; el epíteto específico nigra procede también del latín, que significa negro, y alude al el color de las moras de esta especie.