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Salix canariensis

Sao, sauce canario

Sao, sauce canario (cast.).

Autóctona

¿SABÍAS QUE...? Se dice que la corteza y las hojas del sao curan el dolor de cabeza.

DESCRIPCIÓN

Árbol caduco hasta de 15 m de altura y de tronco recto, corto y ramificado casi desde la base. La corteza es blanco grisácea, lisa al principio y agrietada con la edad, y las ramas son largas, flexibles y a veces algo péndulas. Las ramillas jóvenes están cubiertas de un fino tomento blanquecino. Las hojas son simples, alternas, estrechamente lanceoladas, hasta de 15 cm de longitud y 2-3 cm de anchura, y con margen fina e irregularmente serrado, a veces entero. Presentan pequeñas estípulas a ambos lados del rabillo y suelen tener agallas anaranjadas o rojizas ocasionadas por las picaduras de insectos. El haz es verde oscuro y el envés blanquecino, tomentoso y de tacto sedoso, sobre todo cuando las hojas son jóvenes. Esta característica lo diferencia de la mimbrera (Salix fragilis), cuyas hojas son lampiñas por ambas caras. Las flores nacen en invierno-primavera agrupadas en largos filamentos, que son algo péndulos en los ejemplares masculinos y más o menos erectos en los femeninos (se trata de una especia dioica). Los frutos son capsulitas que se abren en dos partes o valvas para liberar unas minúsculas semillas provistas de un penacho algodonoso que ayuda a su dispersión por el viento.

ECOLOGÍA

Muy exigente con la humedad ambiental, este árbol suele formar bosques de galería alrededor de cauces de barranco con agua corriente en algún momento del año. También se instala en las inmediaciones de arroyos, nacederos, rezumaderos de agua, pequeñas lagunas o incluso cerca de conductos de riego. Crece principalmente entre 250 y 1600 m de altitud.

DISTRIBUCIÓN

El sao es un endemismo de Madeira y Canarias. En el archipiélago canario se encuentra en las islas de El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria.

MÁS INFORMACIÓN

A juzgar por las toponimias locales, es indudable que el sao fue una especie mucho más frecuente en el pasado. En todas las islas hay un barranco de los sauces o del sao, así como riscos, peñas y hoyas con el mismo nombre. Además, en Tenerife se sitúa el municipio de El Sauzal, que incluye un sao en su escudo heráldico, y en La Palma, la localidad de San Andrés y Sauces.

El sauce canario es un pariente cercano de la mimbrera (Salix fragilis), por lo que ocasionalmente sus ramas jóvenes se han empleado como mimbres en trabajos bastos de cestería (confección de capachos, cestas y canastos), práctica actualmente en desuso y relegada a artesanía decorativa.

Su madera no se ha aprovechado mucho, tal vez debido a su alto grado de humedad. Al ser muy liviana, se ha utilizado en la fabricación de sillas y silletas de camello para el transporte de cargas y personas. También fue la materia prima de utensilios agrícolas, como belgos, horquetas o palas para el aventado de grano, y de queseras con las que se moldeaba el queso y se eliminaba el exceso de suero. Según el clérigo, escritor y naturalista canario José de Viera y Clavijo, su carbón era el mejor para fabricar pólvora y su madera tierna era muy útil para afilar cuchillos y alisar obras de oro y plata.

En medicina popular canaria se considera una planta muy útil —especialmente la corteza de los tallos tiernos, los brotes jóvenes y las hojas— como analgésico y antiinflamatorio, así como para tratar estados gripales y fiebres altas. No en vano el sao contiene salicina —sustantiva precursora del ácido acetilsalicílico, cuya síntesis química se comercializa hasta nuestros días con el nombre de aspirina—.

A pesar de ser un árbol muy atractivo y con una bella estampa, se ha empleado muy poco en jardinería y reforestación.

Con frecuencia las ramas de los saos son aprovechadas por las orugas de una polilla endémica, el arañuelo (Yponomeuta gigas), en las que teje grandes telarañas que a veces son tan enmarañadas que dan al árbol una apariencia fantasmagórica.

Las saucedas son unas formaciones muy frágiles que han sufrido un fuerte retroceso debido a la desaparición de muchos nacederos y riachuelos, a la paulatina canalización de los barrancos, o bien a la pérdida de las escorrentías por descenso del nivel freático. El sao se encuentra incluido en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias con la categoría de ‛Vulnerable’.

Salix es el nombre romano de los sauces; el epíteto canariensis hace referencia a las Islas Canarias.