Sao, sauce canario (cast.).
A juzgar por las toponimias locales, es indudable que el sao fue una especie mucho más frecuente en el pasado. En todas las islas hay un barranco de los sauces o del sao, así como riscos, peñas y hoyas con el mismo nombre. Además, en Tenerife se sitúa el municipio de El Sauzal, que incluye un sao en su escudo heráldico, y en La Palma, la localidad de San Andrés y Sauces.
El sauce canario es un pariente cercano de la mimbrera (Salix fragilis), por lo que ocasionalmente sus ramas jóvenes se han empleado como mimbres en trabajos bastos de cestería (confección de capachos, cestas y canastos), práctica actualmente en desuso y relegada a artesanía decorativa.
Su madera no se ha aprovechado mucho, tal vez debido a su alto grado de humedad. Al ser muy liviana, se ha utilizado en la fabricación de sillas y silletas de camello para el transporte de cargas y personas. También fue la materia prima de utensilios agrícolas, como belgos, horquetas o palas para el aventado de grano, y de queseras con las que se moldeaba el queso y se eliminaba el exceso de suero. Según el clérigo, escritor y naturalista canario José de Viera y Clavijo, su carbón era el mejor para fabricar pólvora y su madera tierna era muy útil para afilar cuchillos y alisar obras de oro y plata.
En medicina popular canaria se considera una planta muy útil —especialmente la corteza de los tallos tiernos, los brotes jóvenes y las hojas— como analgésico y antiinflamatorio, así como para tratar estados gripales y fiebres altas. No en vano el sao contiene salicina —sustantiva precursora del ácido acetilsalicílico, cuya síntesis química se comercializa hasta nuestros días con el nombre de aspirina—.
A pesar de ser un árbol muy atractivo y con una bella estampa, se ha empleado muy poco en jardinería y reforestación.
Con frecuencia las ramas de los saos son aprovechadas por las orugas de una polilla endémica, el arañuelo (Yponomeuta gigas), en las que teje grandes telarañas que a veces son tan enmarañadas que dan al árbol una apariencia fantasmagórica.
Las saucedas son unas formaciones muy frágiles que han sufrido un fuerte retroceso debido a la desaparición de muchos nacederos y riachuelos, a la paulatina canalización de los barrancos, o bien a la pérdida de las escorrentías por descenso del nivel freático. El sao se encuentra incluido en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias con la categoría de ‛Vulnerable’.
Salix es el nombre romano de los sauces; el epíteto canariensis hace referencia a las Islas Canarias.