Plátano de sombra, plátano del Líbano, plátano de paseo (cast.); plàtan (cat.); albo (eusk.); pradeiro (gall.); plátano (port.); London plane, hybrid plane (ing.).
«Este puerto […] está situado en una de tres profundas hendiduras que cortan el mar Jónico y el mar Egeo, aquella hoja de plátano a la que se ha comparado con mucha exactitud a la Grecia meridional».
‘El archipiélago en llamas’, Julio Verne
Es un árbol de grandes jardines, parques, alamedas y plazas públicas, muy valorado desde antiguo por su gran sombra y su corteza multicolor.
En algunas localidades canarias, como La Orotava (Tenerife), se tiene constancia de la plantación de plátanos para delimitar o demarcar las propiedades y los caminos públicos; algo poco frecuente ya que normalmente la especie predilecta para esta función era la pita o pitera (Agave).
Su madera es dura, semejante a la del haya, y en su zona de origen se usa para fabricar mangos, herramientas, chapas y tableros.
Además de la cita inicial del novelista francés Julio Verne, los siguientes escritores barceloneses incluyen al plátano de sombra en las descripciones de sus novelas: Carlos Ruiz Zafón, en La sombra del viento, habla de los plátanos de paseo de Barcelona: «La fachada, salpicada de ventanales en forma de puñal, recortaba los perfiles de un palacio gótico de ladrillo rojo, suspendido de arcos y torreones que asomaban sobre las copas de un platanar en aristas catedralicias». Eduardo Mendoza, en Mauricio o las elecciones primarias, describe los plátanos de un pueblecito del Pirineo aragonés: «La casa era pequeña, con un jardín húmedo y umbrío que la separaba de una carretera secundaria bordeada de plátanos enormes».
Contrariamente a lo que pudiera parecer, Platanus no se refiere al fruto de la platanera o banana (género Musa). Era el nombre que le daban los romanos al plátano silvestre de Europa (Platanus orientalis), y procede de la voz griega platýs, que significa ‘ancho’, por la extensión de sus hojas. El epíteto específico hispanica alude al origen de unas variedades procedentes de España. Aunque hemos seguido el criterio de Flora iberica, Platanus hispanica es un nombre controvertido y muchos autores defienden que debería llamarse Platanus orientalis L. var. acerifolia Aiton, es decir, ‘plátano del este de hojas de arce’.