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Platanus hispanica

Plátano de sombra

Plátano de sombra, plátano del Líbano, plátano de paseo (cast.); plàtan (cat.); albo (eusk.); pradeiro (gall.); plátano (port.); London plane, hybrid plane (ing.).

No autóctona

«Este puerto […] está situado en una de tres profundas hendiduras que cortan el mar Jónico y el mar Egeo, aquella hoja de plátano a la que se ha comparado con mucha exactitud a la Grecia meridional».

‘El archipiélago en llamas’, Julio Verne

DESCRIPCIÓN

Árbol corpulento que en Canarias no supera los 25 m, de tronco recto y copa tupida que proyecta una sombra densa. Su corteza, como un mosaico de tonos verdes, grises y amarillos, se desprende con facilidad en grandes placas. Las hojas son caducas, simples, alternas y palmeadas en 5 lóbulos de picos agudos e irregulares. Son grandes, pues miden 12-22 cm de longitud y 12-30 cm de anchura. Las juveniles poseen un denso tomento que se va perdiendo con la edad y la base del rabillo tiene forma de caperuza para proteger la yema de la hoja que saldrá el año siguiente. Los frutos son compuestos y globosos, aparecen generalmente en pares, miden 3-5 cm de diámetro y son colgantes. Estas bolas con frecuencia se mantienen en el árbol al llegar el invierno, luego se deshacen y tienen multitud de frutos (aquenios) con pelos finos que favorecen su dispersión por el viento. La disposición alterna de sus hojas y el tipo de fruto sirven para diferenciar esta especie del ‛arce blanco’ o ‛falso plátano’ (Acer pseudoplatanus).

ECOLOGÍA

Es una especie que requiere suelos con suficiente humedad y ligeros, aunque aguanta condiciones precarias en las ciudades, incluso a veces espacios mal drenados y de suelos compactados. Soporta muy bien la contaminación atmosférica y la poda, y puede llegar a rebrotar de la cepa después de la tala. De momento no son muchos los árboles escapados de cultivo en las islas; estos suelen crecer en las zonas elevadas de las medianías (territorios situados entre los 600 y los 1500 metros de altitud sobre el nivel del mar), cercanas a terrenos con ejemplares cultivados.

DISTRIBUCIÓN

Es oriundo del mediterráneo oriental, el sudeste de Europa y el oeste de Asia. Ampliamente difundido con fines ornamentales, se encuentra cultivado en casi todas las islas del archipiélago canario. Según las observaciones de los botánicos de Jardín Botánico Canario "Viera y Clavijo", podría crecer subespontáneamente (no cultivado) al menos en la isla de Gran Canaria, aunque no se descarta que se haya naturalizado en otras islas.

MÁS INFORMACIÓN

Es un árbol de grandes jardines, parques, alamedas y plazas públicas, muy valorado desde antiguo por su gran sombra y su corteza multicolor.

En algunas localidades canarias, como La Orotava (Tenerife), se tiene constancia de la plantación de plátanos para delimitar o demarcar las propiedades y los caminos públicos; algo poco frecuente ya que normalmente la especie predilecta para esta función era la pita o pitera (Agave).

Su madera es dura, semejante a la del haya, y en su zona de origen se usa para fabricar mangos, herramientas, chapas y tableros.

Además de la cita inicial del novelista francés Julio Verne, los siguientes escritores barceloneses incluyen al plátano de sombra en las descripciones de sus novelas: Carlos Ruiz Zafón, en La sombra del viento, habla de los plátanos de paseo de Barcelona: «La fachada, salpicada de ventanales en forma de puñal, recortaba los perfiles de un palacio gótico de ladrillo rojo, suspendido de arcos y torreones que asomaban sobre las copas de un platanar en aristas catedralicias». Eduardo Mendoza, en Mauricio o las elecciones primarias, describe los plátanos de un pueblecito del Pirineo aragonés: «La casa era pequeña, con un jardín húmedo y umbrío que la separaba de una carretera secundaria bordeada de plátanos enormes».

Contrariamente a lo que pudiera parecer, Platanus no se refiere al fruto de la platanera o banana (género Musa). Era el nombre que le daban los romanos al plátano silvestre de Europa (Platanus orientalis), y procede de la voz griega platýs, que significa ‘ancho’, por la extensión de sus hojas. El epíteto específico hispanica alude al origen de unas variedades procedentes de España. Aunque hemos seguido el criterio de Flora iberica, Platanus hispanica es un nombre controvertido y muchos autores defienden que debería llamarse Platanus orientalis L. var. acerifolia Aiton, es decir, ‘plátano del este de hojas de arce’.