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Prunus lusitanica

Hija, jija

Hija, jija, guindo silvestre, hixa, azarero, loro (cast.); llorer-cirer de Portugal (cat.); Portugaleko erramua (eusk.); loureiro de Portugal (gall.); loureiro-de-Portugal (port.); Portugal laurel, cherry bay (ing.).

Autóctona

¿SABÍAS QUE…? La hija se considera una reliquia de la flora ‘paleotropical’ y ha llegado hasta nuestros días refugiada en enclaves favorables.

DESCRIPCIÓN

Árbol sin espinas que conserva las hojas todo el año y que puede sobrepasar los 10 m de altura. Posee una copa muy densa y aparasolada que proyecta una espesa sombra y su tronco es recto, grisáceo y con una corteza más o menos lisa. Se reconoce fácilmente por sus características hojas simples, alternas, de forma ovado-lanceolada, mucho más largas que anchas (10-15 cm por 3-4 cm), de margen aserrado y con un ápice que se estrecha bruscamente en una punta larga. Son lampiñas, casi coriáceas y con un cierto contraste entre ambas caras: el haz lustroso, de color verde oscuro, y el envés algo más pálido y mate. Al igual que sus ramillas jóvenes, los rabillos de las hojas (hasta de 3 cm de longitud) suelen presentar una coloración rojiza. Numerosas flores hermafroditas y con 5 pétalos redondos blancos nacen en racimos alargados, erguidos y muy vistosos, hasta de 25 cm de longitud. Tras la fecundación, se forman unos frutillos poco carnosos (drupas), ovoides, de 8-13 mm de diámetro y color purpúreo al madurar; que tienen un sabor amargo y algo áspero. Cada fruto contiene un hueso con una semilla.

ECOLOGÍA

Su distribución suele estar asociada a ambientes con temperaturas relativamente suaves y elevada humedad. La hija es un árbol propio de los bosques de laurisilva. Tiende a crecer en zonas cerradas, umbrías y con suelos profundos, aunque a veces se encuentra en enclaves donde la laurisilva se muestra más abierta. También se localiza, aunque en menor medida, en zonas expuestas a los vientos, cresterías y laderas abruptas o en cabeceras altas de barrancos dominadas por el monteverde. En general suele vivir entre 600 y 900 m de altitud.

DISTRIBUCIÓN

La especie se distribuye en un área muy dispersa, con enclaves aislados en la Península Ibérica, el suroeste de Francia, el norte de África y la Macaronesia (Canarias, Madeira y Azores). En Canarias, Prunus lusitanica está representada por la subsp. hixa, que es un endemismo compartido con Madeira (las otras dos subespecies reconocidas son la subsp. azorica, propia de Azores, y la subsp. lusitanica). En el archipiélago no es excesivamente abundante y se encuentra en las islas de El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria.

MÁS INFORMACIÓN

La hija tiene un gran valor científico dado que se considerada una árbol relíctico de la flora ‛paleotropical’, que ha llegado hasta nuestros días refugiada en enclaves favorables.

Los frutos carnosos y rojos de la hija no son aprovechables para el consumo humano pero tienen la forma y el tamaño apropiados para ser tragados por aves frugívoras (con alimentación a base de frutas) que, tras la digestión de la pulpa, dispersan las semillas regurgitándolas o defecándolas lejos de la planta madre.

En muchas ocasiones, la fragilidad de su ramaje provoca que este árbol sea tumbado por el viento; este hecho es frecuentemente recogido en las toponimias de diversos lugares del archipiélago (sobre todo de Tenerife), como ‛hija cambada’ o ‛hija torcida’. Muchas otras toponimias hacen referencia simplemente a su presencia, como en ‘degollada de las hijas’, ‛camino de las hijas’ o ‛barranco de las hijas’.

A parte de formar brotes basales (chupones), la hija tiene de forma natural un tipo de reproducción asexual conocida como ‛acodo terrestre’. En los individuos adultos es frecuente observar cómo las ramas bajas o inclinadas enraízan en el suelo, lo que puede llegar a formar un ejemplar independiente si se corta la unión con el parental.

En los jardines árabes y en Canarias, la hija se cultiva como árbol ornamental por la vistosidad de su floración y porque su denso ramaje da una buena sombra muy aprovechable en la época estival.

El botánico palmero Pedro Luis Pérez de Paz y la farmacéutica teldense Inmaculada Medina recogen el uso de los frutos maduros y las hojas, en infusión, jarabe o licor, con fines antiespasmódicos y antitusivos; asimismo, manifiestan que hay que tener precaución con el consumo de las hojas en crudo, pues resultan tóxicas.

Como en la península, su madera de color blanco nacarado o rosado se ha utilizado en trabajos de ebanistería y en carpintería ligera (cajones e interiores de muebles finos). Curiosamente, en Tenerife se le da un uso muy específico: la confección de mangos para los martillos pedreros.

La subespecie tipo (Prunus lusitanica subsp. lusitanica) está incluida en los catálogos de flora amenazada o protegida de España, Portugal, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, La Rioja, Navarra y País Vasco. Por su parte, Prunus lusitanica subsp. hixa no está incluida actualmente en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias de 2010.

Prunus era el nombre romano del ciruelo y el que se dio después también a las especies de frutos semejantes con un solo hueso; lusitanica alude a la Lusitania; hixa es la latinización del nombre vernáculo o común que se le da en las islas: hija.